A lo largo de los años vi, como personas que quería iban cambiando. Y
como personas que amaba, me iban decepcionando. También escuche hablar mal de mí,
a personas que ni siquiera me conocen. Pero lo que mas me dolió fue escuchar
hablar mal de mí, a personas que me conocen de verdad. Fui orgulloso, y quizás haya
perdido mucho por orgullo. Me lastimaron personas que jamás pensé que lo harían.
Y muchas de ellas, me demostraron que no les importe, que a veces, hay que caer,
golpearse bien las rodillas contra el suelo, para aprender. Para aprender, que cualquiera
te puede fallar, que la amistad y el amor, son solo palabras, que se aprender a
valorar. Y que una vez que te fallan, ya no se puede volver a confiar.
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