lunes, 11 de enero de 2021

Prometí que volvería

 


Prometí que volvería y no pude.

He tenido que luchar contra todo aquello que no quería acabar, he llorado (y sigo haciéndolo) porque aun no soy capaz de pasar página.

Cada día me despierto y lo primero que hago es mirar si tengo un mensaje tuyo diciéndome "No soporto estar sin ti, me gustaría que volviéramos, aun te quiero" que nunca llega. En vez de pensar que ha terminado, que no voy a recibir un mensaje así de ti.

Yendo a terapia me siento bien por poder decir lo que me pasa, pero a la vez sé que no estoy arreglándome, estoy rota por dentro, vacía interiormente. Tampoco tengo fuerzas de hacer nada. Me siento completamente sola.

Sigo teniendo pensamientos intrusivos sobre nosotros. Me sigo acordando de tantas cosas que me hacían sentir viva y feliz, aunque fueran instantes. Yo no quería que me arreglaras, solo quería que estuvieras ahí, apoyándome

Al final fuiste la persona que no esperaba que fueras. Que me dejaras en mi peor versión de mi misma, en la que más te necesitaba. En la que todo se derrumbaba como cuando hay un montón de nieve y empieza a romperse y empieza a caer hacia abajo y en vez de apoyar la caída o intentar frenarla te fuiste, dejando toda la nieve caer hacia el vacío del que no puede volver. 

Perdí amistades en mi camino, me empezó a no importar porque te tenía a ti, intentaba hacer amigos pero nunca conseguía nada, no le di importancia porque tú me animabas estando a mi lado. Ahora que no estás, he intentado como nunca hacer amigos y todavía sigo buscando cómo hacerlo, porque no es fácil, creo que es lo más difícil que he hecho nunca, porque tu crees que hacer amigos es fácil pero es como una relación, hay que hacerla crecer y no todos están dispuestos a eso. Y lo estoy haciendo sola, sin ningún apoyo, solo el mio. A veces pesa mucho el estar solo, la gente dice que te conoces a ti mismo, te encuentras, pero yo ya me he encontrado y también me canso de mi propia compañía. También quiero compañía de otras personas, incluida la tuya, que ya no está.

Pensaba que lo nuestro iba a durar muchos años, vi en ti una persona que me hacía sentir bien, sentía que podía ser yo misma, compaginamos y eso es lo que más me duele. Eras mi mejor amigo y mi pareja. Eras 2 en 1. No creo que nadie nunca pueda ocupar un lugar como el que ocupaste en mi vida. 

Ojalá pudiera decir que ahora después de 2 meses estoy feliz, he conseguido mis sueños, te he superado, me quiero a mi misma y ya no te quiero, pero mentiría. Aún no se cuando podré hacerlo, porque sigo esperándote y seguro que tu a mi no.

Sigo llorando cada día, todo me sigue doliendo como el primer día, sigo viéndote en cada rincón de cada sitio que miro,  ¿cómo puedo sentirte tan cerca si estás tan lejos

Me gustaría volver a estar contigo, sé que tengo mucho que arreglarme pero ¿quién no? Hasta tú lo necesitas y no es algo malo. Hecho de menos todo de ti y todo lo que era contigo, siempre hay cosas que obviamente no. Pero la vida me ha enseñado muchas cosas y he aprendido la lección. Sé que si me dieras otra oportunidad no la desperdiciaría y usaría esas lecciones en el futuro. Pero también soy realista y sé que tú no has cambiado nada ni lo vas a intentar, así que la única que cambiaría sería yo. 

Siempre has pensado que la que debe arreglarse soy yo para que tú estés bien y eso no es así. Somos espejos, si algo te molesta de mi, es porque tu también lo haces. Siempre me hacías sentir que creaba dramas, que era fría y que tenía mucho temperamento, pero y qué hay de ti? Nunca te enfrentabas a la vida, prefieres las vías fáciles antes que luchar por tus sueños, el mister "realista" que era en realidad pesimista, dejando a lo demás sin ganas ni ánimo de luchar por sus sueños porque él no lo hizo.

Aun así, no me importa haberme enamorado de ti. Me duele que no hayas luchado por mi cuando siempre luchabas por nosotros, me duele que en mi peor momento me hicieras el daño más grande que podía recibir en esos momentos y te fueras sin mirar atrás ni entenderme. Me duele que puedas decirme que quieres ser mi amigo y no te duela ni lo más mínimo lo que eso supone para ambos. A ti no te duele pero a mi me duele. Y eso demuestra una vez más que no me querías tanto como decías. Nadie puede ser amigo de alguien que ha sido tu amor y el amor sigue dentro y el dolor también.

Sé que no debería pensar así, pero si pudiera pedir un deseo sería volver contigo. No porque te necesite, porque sé que no te necesito, sino porque te quiero elegir. Como compañero de mi viaje.

Sé que no lo llegarás a leer nunca, así que solo quiero decirte que te amo, no ha pasado ni un solo día que no haya dejado de hacerlo, siempre estaré ahí para ti cuando me necesites aunque sé que no debería estarlo. Y que has dejado perder a una persona que de de verdad daría TODO por ti.

Es una lástima

pero

Te deseo lo mejor

Aunque lo mejor fuera yo.

Me duele la despedida

No pretendo ablandarte con esta carta, porque sé que al irte, has provocado demasiada tristeza como para que no te esfuerces en ocultarla debajo de una actitud fría.

Es imposible que sepas cuánto me duele la despedida, porque tengo la seguridad de que tarde o temprano vas a poder olvidarte de mí y en cambio, yo todo el tiempo te voy a recordar con un inmenso cariño. Ya sé que estas palabras no deben significar demasiado para ti en estos instantes. Desearía que pudieras verlo todo desde mi punto de vista y tal vez así, se te haría más fácil entenderme. Después de todo, tener que decirte adiós también me esta haciendo sufrir; y yo que creí que tendría la fortaleza para irme con mis sentimientos intactos.

Fuiste una de las personas más importantes de mi vida, quizá la más importante hasta ahora. Y es tan doloroso tener que dejar eso atrás de un día para otro, que a veces me preguntó si valdrá la pena llegar a amar como lo he hecho, porque no debes tener duda de cuanto has hecho latir mi corazón.

Por favor, aunque tenga que decirte adiós, nunca olvides que te guardo un gran cariño y que aún espero que el tiempo te haga recordarme de la misma manera en que yo lo haré.

Ha llegado el final

Tengo tantos sentimientos encontrados, que apenas y puedo preguntarme por donde debería empezar cuando se trata de decirte adiós.

Compartí muchos momentos contigo, instantes que se van a quedar en mi corazón para siempre, a pesar de que sé lo nuestro ha llegado hasta aquí. No te voy a negar que me duele, porque una parte de mí sigue estando donde tú te encuentras. Pero estoy consciente también de que las cosas han cambiado enormemente y no me seguiré obligando a forzar las cosas.

Tenemos que tomar caminos separados y si algún día nos volvemos a encontrar, espero poder mirarte con cariño y que me observes de la misma manera; porque si a veces nos lastimamos, fueron más las ocasiones en que nos hicimos felices mutuamente. Días que no cambiaría por nada el mundo, a pesar de que hoy siento ganas de llorar y me sigo preguntando, ¿qué pasó con nosotros y como es que hemos llegado hasta este punto? Supongo que son respuestas que me voy a tardar en descubrir, o que quizá nunca voy a saber.

Ahora ha llegado el final de una de las etapas más bonitas y dolorosas de mi vida, pero no me arrepiento de haberlo vivido junto a ti. No sé lo que me vaya a esperar el día de mañana o si conoceré a alguien con quién me toque permanecer definitivamente. Pase lo que pase, te deseo la mejor de las suertes y solo me queda decirte, que me voy a acordar de ti.

Es tan difícil decir adiós

He llorado tantas veces por ti y reído también por tu culpa, que miro hacia atrás y no puedo creer que las cosas puedan terminarse en este momento. Me dijiste que era lo mejor para ambos, porque en este punto, ya no podemos seguir por el mismo rumbo. Nos toca estar en lugares y momentos diferentes y honestamente, lo acepto, pero aún no encuentro las fuerzas para superarlo. Tan difícil es tener que decirte adiós.

En algún momento aprenderé a vivir con los recuerdos, aunque por desgracia sé que no será hoy, ni mañana. Lo que más duele, no es tanto la despedida, sino saber que pudimos hacer un montón de cosas mejor, evitar tanto problemas… y quien sabe si en este instante todavía considerarámos alguna esperanza. Lo acepto, una parte de mí quisiera hacerlo. Extraño esa época en la que queríamos descubrir juntos lo que podíamos lograr en el futuro, en la que empezabamos a tener sentimientos intensos el uno por el otro y parecía no haber nada que pudiera terminar lo que nos encontrabamos viviendo.

Pero el tiempo puede ser el peor enemigo del amor, cuando este no está destinado a permanecer. Tal vez luego me encuentre con alguien que pueda llenar el vacío que has dejado en mí.

Sea de la forma que sea, solo quiero que sepas que te quisé bastante, más de lo que he podido llegar a querer a otra persona.