lunes, 14 de febrero de 2011

Por mucho que la caguemos, todos merecemos una segunda oportunidad, aunque sea de explicarnos, ser escuchados... y un poco de tacto sobre todo. El caso es que yo no puedo evitar sentirme la mala de la situación...
Cuando te martirizan, te hacen sentir culpable, te lo echan en cara tanto... Que acabas por creértelo y asumir que tienes que aguantar todo y que lo mereces.


i NO.

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