lunes, 20 de abril de 2015

Y se acabó. Y a mi nadie vino a preguntarme si quería que se acabase. Nadie me avisó de que hubiera esa posibilidad. Fue así, de repente, sin tiempo para asimilarlo, sin casi darme cuenta, sin ser consciente... Se acabó sin que yo pudiera hacer nada para remediarlo. Se apagó la chispa. Esa chispa que un día hubiera podido hacer arder todo un mundo. Esa chispa que alumbraba la plena oscuridad del mundo. Esa chispa capaz de hacernos vibrar, temblar, fundirnos en uno...

No hay comentarios:

Publicar un comentario